Los nuevos pedidos de bienes manufacturados estadounidenses cayeron durante junio, al desplomarse los pedidos de aviones comerciales, invirtiendo así el aumento de los pedidos de aviones que había impulsado el incremento general de los pedidos en el mes anterior.
Los pedidos a las fábricas cayeron 4.8% tras un aumento revisado al alza de 8.3% en mayo, según informó ayer la Oficina del Censo del Departamento de Comercio. Los economistas consultados por Reuters habían pronosticado que los pedidos de fábrica caerían 4.8%, frente al aumento de 8.2% registrado en mayo. Los pedidos subieron 3.8% anual en junio.
El sector manufacturero, que representa 10.2% de la economía, sigue limitado por los agresivos aranceles del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a los bienes importados. Una encuesta del Institute for Supply Management mostró, la semana pasada, que su medida de la actividad de las fábricas estadounidenses patinó a un mínimo de nueve meses en julio.
El mandatario estadounidense ve a los aranceles como una herramienta para aumentar los ingresos para compensar sus recortes de impuestos prometidos y para revivir una base industrial en declive desde hace mucho tiempo.
Economistas han advertido que el éxito de esta medida para revivir el sector es imposible a corto plazo debido a la escasez de mano de obra y otras cuestiones estructurales.
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