Las acciones de los fabricantes de vacunas contra el COVID-19 sufrieron fuertes caídas luego de que The Washington Post revelara que funcionarios de salud del gobierno de Donald Trump planean presentar ante asesores de los CDC un informe que vincula la muerte de 25 niños con las inmunizaciones. El señalamiento se basaría en reportes del Sistema de Notificación de Reacciones Adversas a las Vacunas (VAERS), una base de datos sin filtrar ni verificación previa, lo que especialistas advierten limita la posibilidad de establecer causalidad.
El impacto en Wall Street fue inmediato: las acciones de Moderna cayeron 7.4 %, Pfizer retrocedió 4 % y BioNTech se desplomó 7.3 %. El tema llega en medio de la reorganización de un comité asesor encabezado por Robert F. Kennedy Jr., conocido crítico de las vacunas, quien ha cuestionado su seguridad a pesar de la evidencia científica en sentido contrario.
En respuesta, Moderna afirmó que su vacuna Spikevax mantiene un perfil de seguridad favorable avalado por la FDA y organismos en más de 90 países. Pfizer, por su parte, aseguró que con más de mil millones de dosis aplicadas en adultos y menores, los datos respaldan su eficacia y seguridad. Un estudio de The Lancet en 2022 sobre inflamación cardíaca en jóvenes vacunados no registró muertes y reportó recuperación en la mayoría de los casos en menos de 90 días.
La FDA ya investiga los reportes y su comisionado, Marty Makary, adelantó que habrá un informe en las próximas semanas. Sin embargo, el propio VAERS advierte que sus datos incluyen tanto reacciones reales como eventos de salud sin relación con las vacunas.
El debate sobre los biológicos se intensifica en un contexto político polarizado en Estados Unidos, mientras los CDC reportan que las hospitalizaciones por COVID-19 han alcanzado su punto máximo en 2025 y el virus ha causado más de 15 mil muertes solo hasta la primera semana de septiembre.
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