
Se llevó a cabo la vigilia de oración presidida por el Papa León XIV por el Jubileo de la Consolación en la Basílica de San Pedro.
El Papa León en su mensaje agradeció a las personas que compartieron sus testimonios como fue el de Lucia Di Mauro Montanino de Nápoles donde fue asesinado su esposo. quien era un guardia de seguridad y que perdió la vida por un grupo de jóvenes ladrones; y el de Diane Foley de Estados Unidos, a la que su hijo que era periodista perdió la vida por Isis en el 2014.
“Todo el dolor se puede transformar con la gracia de Jesucristo. ¡Gracias! Esta Palabra compasiva, hecha carne en Cristo, es el buen samaritano del que nos habló el Evangelio. Él es quien cura nuestras heridas, Él es quien cuida de nosotros. En los momentos de oscuridad, aun contra toda evidencia, Dios no nos deja solos; al contrario, precisamente en esas circunstancias estamos llamados más que nunca a esperar en su cercanía de Salvador que nunca abandona”.
El Obispo de Roma señaló que a través de las lágrimas “nos preparan para ver a Jesús”
“Las lágrimas son un lenguaje que expresa sentimientos profundos del corazón herido. Las lágrimas son un grito mudo que implora compasión y consuelo. Pero aun antes son liberación y purificación de los ojos, del sentir, del pensar. No hay que avergonzarse de llorar; es una manera de expresar nuestra tristeza y la necesidad de un mundo nuevo; es un lenguaje que habla de nuestra humanidad débil y puesta a prueba, pero llamada a la alegría”.
El Santo Padre afirmó que hay que buscar la consolación y el consuelo.
“Apoyar la cabeza en un hombro que te consuela, que llora contigo y te da fuerza, es una medicina de la que nadie puede privarse porque es signo de amor. Donde el dolor es profundo, aún más fuerte debe ser la esperanza que nace de la comunión. Y esta esperanza no defrauda”.
Sumo Pontífice señala que el dolor no debe generar violencia
Ante cientos de fieles que se dieron cita en la Basílica de San Pedro, el Sumo Pontífice dijo que “el dolor no debe generar violencia; que la violencia no es la última palabra, porque es vencida por el amor que sabe perdonar”.
"¿Qué mayor liberación podemos esperar alcanzar sino la que proviene del perdón, que por gracia puede abrir el corazón a pesar de haber sufrido toda clase de brutalidades? La violencia padecida no puede ser borrada, pero el perdón concedido a quienes la generaron es una anticipación en la tierra del Reino de Dios, es fruto de su acción que pone fin al mal y establece la justicia”.
El Papa León XIV también se refirió al dolor colectivo causado por el hambre y la guerra que implica un compromiso a rezar para que se terminen todos los conflictos bélicos y se tenga la paz
“La verdadera consolación que debemos ser capaces de transmitir es la de mostrar que la paz es posible, y que brota en cada uno de nosotros si no la sofocamos. Que los responsables de las naciones escuchen particularmente el grito de tantos niños inocentes, para garantizarles un futuro que los proteja y los consuele”.
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