
El consumo de alcohol en Rusia ha caído hasta los 7,84 litros por persona en los últimos doce meses, cifras que no se registraban desde finales del siglo XX.
Según datos del Sistema Unificado de Información Estadística Interministerial, el consumo no se acercaba a los 7,8 litros desde 1999, año en que llegó al Kremlin el actual presidente ruso, Vladímir Putin, informó hoy la agencia RIA Nóvosti.
Los 7,84 litros por persona se registraron en septiembre pasado, indicador de consumo que fue del 7,93 en agosto, señala.
Los rusos que menos beben son los habitantes de la república de Chechenia con 0,13 litros, seguidos por los residentes en otras regiones del Cáucaso norte ruso, donde la mayoría profesan el Islam.
Mientras, los moscovitas beben 4,91 litros, por 6,55 los habitantes en San Petersburgo y 10,49 los residentes en la región de Sverdlovsk (Urales).
Al mismo tiempo, la fuente admite que los datos a los que tenía acceso el Estado hasta 2008 eran limitados, ya que durante muchos años el mercado de venta de bebidas alcohólicas era en gran medida ilegal.
El consumo de vino se ha disparado en los últimos años en perjuicio del vodka, considerada la bebida nacional, aunque siguen produciéndose intoxicaciones etílicas masivas en algunas zonas de Rusia.
Putin, que es prácticamente abstemio, aboga desde hace años por promover la vida sana y la práctica del deporte, lo que elevó al principio de su mandato la esperanza de vida en el país.
Con todo, los índices de mortalidad se han disparado debido a la campaña militar en Ucrania, que se ha cobrado la vida de más de 200.000 rusos, según fuentes independientes.
En una reunión con madres, esposas y hermanas de soldados que combaten en Ucrania, aseguró que es mejor morir en el campo de batalla que de alcoholismo o en un accidente de coche.
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