Ciudad de México.- El “freno” en los niveles de inversión junto a un entorno marcado por la desconfianza y la incertidumbre empresarial son los factores que inciden en la desaceleración sostenida del empleo formal en el país, afirmó el área de investigación de BBVA México.
Al analizar las cifras de empleo reportadas por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) al cierre de abril, la institución precisó que en el cuarto mes persiste una marcada desaceleración en la creación de puestos formales de trabajo, pues solo crecieron 0.2 por ciento.
“Este resultado contrasta significativamente con el crecimiento de 2.5 por ciento observado en el mismo mes del año anterior, que ya se había caracterizado por un bajo crecimiento del empleo formal.
“En cifras desestacionalizadas, abril presentó una contracción mensual de 0.13 por ciento, resultado especialmente relevante ya que, excluyendo el año 2020 es la primera vez en la serie histórica que se registra una caída mensual del empleo en un mes de abril”, precisó la institución financiera.
En este sentido, argumentó que “el freno en la inversión, combinado con un entorno de desconfianza e incertidumbre empresarial creciente han sido clave en la desaceleración sostenida del empleo formal”.
“A pesar de la resiliencia mostrada por algunas regiones y sectores específicos, la debilidad estructural en indicadores clave anticipa que esta tendencia negativa podría persistir en el corto plazo, condicionada por factores tanto internos como externos que limitan la recuperación económica y del trabajo formal”, expuso.
Según el banco, la debilidad del mercado laboral formal está estrechamente vinculada a la pérdida de impulso económico registrada en los últimos meses.
Recordó que, de acuerdo con la estimación oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) recientemente publicada, en el primer trimestre de 2025 la economía mexicana avanzó solamente 0.2 por ciento.
“En conjunto, estos indicadores económicos y de expectativas confirman que el empleo formal continuará mostrando debilidad debido a que los factores que la provocan siguen presentes”, apuntó.
BBVA enfatizó que la persistente desaceleración del empleo formal está altamente asociada la caída en la inversión y a la debilidad de la economía, pero también es resultado del deterioro progresivo en la percepción empresarial sobre el entorno económico nacional e internacional, la incertidumbre generada por factores externos como la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos, así como preocupaciones internas, particularmente la reforma al poder judicial.
“Este contexto ha erosionado considerablemente la confianza del sector privado, provocando una contracción en los niveles de inversión y limitando la creación de empleos formales”, agregó.
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